martes, 13 de julio de 2010

CONDICIÓN HUMANA Y POLÍTICA



La autora de este capítulo, Hanna Arendt, realiza un análisis fenomenológico del mundo humano con la intención de criticar la antropología subyacente a las teorías políticas tradicionales. Su objetivo es demostrar que no existe un modelo de hombre al que deban subordinarse todos los miembros de la especie, sino una serie de condiciones comunes, a las que ella denomina “condición humana”.

Entre los elementos que conforman la condición humana se encuentran, en primer lugar, estas tres determinaciones:

a) La Vida: esta determinación alude al aspecto biológico de los seres humanos, mismos que nacen, crecen, se reproducen y mueren;
b) La Mundanidad: determinación que destaca el hecho de que los hombres crean los objetos e instrumentos que conforman su mundo, mismo que no es sino un producto de la actividad humana;
c) La Pluralidad: determinación que nos remite a la experiencia de la divergencia que existe entre los individuos, grupos y las sociedades.

A los tres aspectos básicos de la condición humana, expresados con antelación, corresponden tres dimensiones de la actividad humana, mismas que se dividen de la siguiente manera:

a) Labor: consiste en el aspecto de la actividad de los hombres encaminado a conseguir, mantener y consumir los bienes indispensables para satisfacer las necesidades vitales.
Características:
• La presencia de la fatiga y la repetición.
• No existe una faceta creativa.
• Se encuentra sometido a ciclos biológicos.
• Es un “animal laborans” que no puede adquirir una individualidad.
• El fin de su fatiga y su molestia sólo llega con la muerte.

b) Fabricación: es la dimensión de la actividad humana que permite producir el conjunto de instrumentos que facilitan la labor y aligeran sus fatigas.
Características:
• Su valor fundamental es la utilidad y su racionalidad se basa en la relación “medio-fin” (Racionalidad Instrumental).
• En la medida que los objetos fabricados trascienden y se convierten en “bienes” sociales, la fabricación da lugar al mundo en el que los hombres encuentran su hogar.

c) Acción: relativa a la dimensión de la actividad humana relacionada con la pluralidad.
Características:
• Está constituida por la unión de la práctica (praxis) y el discurso (lexis).
• Posibilita a los individuos para adquirir, en la interacción con los otros, una identidad y que esta sea reconocida socialmente.
• Requiere de un espacio público que haga posible la presentación del hombre ante los otros.
• Los elementos que la conforman son la práctica, discurso y espacio público, mismos que constituyen la condición (conditio sine qua non y coditio per quam) de la vida política.

A las tres dimensiones de la actividad humana antes mencionadas, la autora-Arendt- le asigna, respectivamente una de estas tres categorías:

a) Potencia: Es el atributo de un individuo que se deriva de sus capacidades físicas y le permite realizar sus labores así como demostrarse a sí mismo en relación con otras cosas o con otras personas, pero es esencialmente independiente de ellos.

b) Violencia: Es una prolongación de la potencia, pero se distingue de ella por su carácter instrumental, sin embargo, ésta no se limita a la relación entre el hombre y los objetos, sino que también se hace presente en las relaciones entre los individuos, suscitándose cuando éstos no se reconocen como personas, sino cuando uno controvierte al otro en un simple medio, un objeto más para conseguir sus fines particulares.

Lo decisivo en esta relación de violencia es el control de los instrumentos que permiten adquirir supremacía sobre los otros y el lenguaje puede convertirse en un instrumento más de la violencia cuando transmite una información que le permite instrumentalizar a otros.

c) Poder: Corresponde a la capacidad humana para actuar concertadamente. El poder pertenece al grupo y sigue existiendo mientras el grupo se mantenga unido. En el momento en que el grupo, del cual el poder se ha originado (potestas in populo), desaparece, su poder también desaparece ya que el poder es siempre el resultado de las acciones concertadas de un grupo.

La autora, Arendt, reconoce que el poder y la violencia aparecen de manera convergente, sin embargo afirma que son fenómenos distintos en virtud que mientras la violencia depende de los instrumentos, el poder depende de la relación entre los individuos.


En tal sentido, cuando dentro de un grupo desaparece el poder debido a la falta de un consenso básico, la única manera de mantener la unidad de dicho grupo es la violencia. Resultando evidente que en todo sistema político existe una mezcla, en diferentes proporciones, entre poder y violencia.

Finalmente la autora, Arendt, acude a la dualidad denominada “esfera privada” y “esfera pública”, así como a las transformaciones de la relación entre estos dos ámbitos de la organización social. Procediendo a continuación con las definiciones de las esferas en comento:

a) Esfera Privada: Se ve constituida por la organización familiar, donde los individuos se integran mediante lazos sentimentales y de lealtad personal dentro de una estructura jerárquica en la que las distintas posiciones y funciones se encuentran definidas y legitimadas por la tradición.


El aspecto de la actividad humana que la distingue es la labor, sin embargo, también se presenta la fabricación como los instrumentos que se utilizan para facilitar las labores que ejecuta la familia en el área de sobrevivencia. Asimismo aparece la violencia, misma que utiliza el líder de la familia para someter a los esclavos y a sus propios parientes, es una prolongación de la violencia que se ejerce para someter a la naturaleza.

b) Esfera Pública: Consiste en el reconocimiento de los individuos como “personas” iguales, esto es, como sujetos que comparten los mismos derechos y deberes.


El reconocimiento que constituye el ámbito público es aquél que hace referencia a un nivel normativo común, en tal sentido, la esfera pública tiene el carácter de un “espacio de aparición”, en el que cada individuo, mediante sus actos y palabras, se presenta ante sus pares y gracias a ello le es reconocida una identidad propia. Los griegos llamaron a este ámbito público polis y a la actividad que en ella se ejercía acción política.

La esfera pública, la polis, ofrece a los seres humanos una especie de recuerdo organizado que asegura que la más frágil de las dimensiones de la actividad humana, la acción, así como los menos tangibles y más efímeros de sus productos, los actos e historias, se transformen en hechos imperecederos.

Esta permanencia que ofrece la esfera pública a las acciones es posible porque en ella también se desarrolla otro aspecto de la fabricación que se desliga de las necesidades vitales para desarrollar su faceta creativa que hace posible que los actos trasciendan a sus agentes particulares. Si el animal laborans requiere de la ayuda del homo faber y sus instrumentos para facilitar su labor y aliviar su esfuerzo, el zoo politikon también precisa de la ayuda de ese homo faber en su faceta de artista, para que los efectos de la acción sobrevivan.



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